viernes, 4 de enero de 2013

LAS BIENAVENTURANZAS

Anthony de Mello, en uno de sus libros narra una historia que tiene mucho que ver con este capítulo:
"Una vez un cristiano visitó a un maestro Zen y le dijo: ¡Permíteme que te lea algunas frases del Sermón de la Montaña!
Las escucharé con sumo gusto. replicó el maestro.
El cristiano leyó unas cuantas frases y se quedó mirándolo. El maestro (que nunca había oído hablar de Cristo), sonrió y dijo:
Quienquiera que fuese el que dijo esas palabras, ciertamente fue un hombre iluminado.
Esto agradó al cristiano, que siguió leyendo. El maestro le interrumpió y le dijo:
Al hombre que pronunció esas palabras, podría realmente llamársele Salvador de la humanidad.
El cristiano estaba entusiasmado, y siguió leyendo hasta el final. Entonces dijo el maestro:
Ese sermón fue pronunciado por un hombre que irradiaba Divinidad.
La alegría del cristiano no tenía límites. Se marchó decidido a regresar otra vez y convencer al maestro zen de que debería hacerse cristiano.
De regreso a casa se encontró con Cristo que estaba sentado junto al camino...
SEÑOR, le dijo entusiasmado, HE CONSEGUIDO QUE AQUEL HOMBRE CONFIESE QUE ERES DIVINO.
Jesús se sonrió y le dijo:
¿Y que has conseguido, sino hacer que se hinche tu "EGO" cristiano?

Reflexión: Si renunciamos a nuestro propio "EGO", la libertad anunciada por Jesús, y el servicio brotarán automáticamente. 

Antonio Arcila

No hay comentarios:

Publicar un comentario