sábado, 25 de febrero de 2012

Nuestro "EGO"

"No te identifiques con cosas, ideas, palabras, o rótulos, contigo, con tu yo".

Una vez visitó un Cristiano a un maestro ZEN y le dijo:
"Permíteme que te lea algunas frases del Sermón de la montaña".
"Las escucharé con sumo gusto". Contestó el maestro.
El Cristiano leyó unas cuantas frases y se quedó mirándolo. El maestro sonrió y dijo: "Quien fuera que fuese el que dijo esas palabras, ciertamente fue un hombre iluminado".
Esto agradó al Cristiano, que siguió leyendo. El maestro lo interrumpió y le dijo: "Al hombre que pronunció esas palabras podría realmente llamárselo Salvador de la humanidad".
El Cristiano estaba entusiasmado y siguió leyendo hasta el final. Entonces dijo el maestro: "Ese sermón fue pronunciado por un hombre que irradiaba divinidad".
La alegría del Cristiano no tenía límites. se marchó decidido a regresar otra vez y convencer al maestro ZEN  de que debería hacerse Cristiano.

AHORA REFLEXIONEMOS SOBRE EL COMO TERMINA ESTA PEQUEÑA HISTORIA...

De regreso a su casa el Cristiano se encontró con Cristo, que estaba sentado junto al camino.
"Señor" Le dijo muy alegre, "He conseguido que aquel maestro zen confiese que tu eres DIVINO".

Jesús se sonrió y le dijo: "¿Y que has conseguido? Solamente hacer que se hinche tu "VANIDAD" y tu "EGO"  de Cristiano".

Cuantas veces creemos estar actuando, para y por el bien de otros y solamente estamos satisfaciendo NUESTRAS PROPIAS VANIDADES.

Antar         26/02/12

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